miércoles, 21 de enero de 2009


Pues esta vez le toca al tema de mi YO interior… y siguiendo con el libro de Wayne Dyer (Tus zonas erróneas) que eh estado leyendo poco a poco… desmenuzando cada palabra por que en verdad ese libro te hace crecer!!! Pero sobretodo si no aplicas lo que dice o si solo escuchas pero no entiendes… pues no valdrá la pena…
Pero espero que al menos pueda sembrar en sus vidas el día de hoy….

Todos hemos pasado por situaciones difíciles, todas las pruebas son las que nos ayudan a mejorar y a crecer… dicen por ahí vulgarmente que "los aguacates se maduran a apretones"…. Jajajajajajaja (por favor cuando me vean no me vayan a querer apretujar solo es un dicho no lo tomen literal). Desde que nacemos nos enfrentamos a muchos cambios y situaciones que de una u otra forma nos van moldeando como persona, como veíamos en los anteriores correos, la importancia que cada uno le da a las palabras mas que a los hechos, son los sentimientos que reflejan y que finalmente se quedan grabados en nuestro YO interior, el cual tiene una reputación de nosotros mismos que se llama AUTOESTIMA, y en ello se basa nuestra percepción de nuestro YO exterior.
Aquí les va la reflexión del libro… cuantos de ustedes se sienten identificados al menos por una de las siguientes características… los invito y los reto a ser sinceros con ustedes mismos y evalúen su Autoestima en estos momentos…

Un saludo y un beso… siempre es un gusto escribir para ustedes… Gracias por escuchar...
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El amor a uno mismo quiere decir que te amas a ti
mismo; no exiges el amor de los demás. No hay ninguna necesidad de convencer
a los demás. Es suficiente contar con la propia aceptación interna. No tiene nada
que ver con los puntos de vista de los demás.

¿Por qué has elegido comprometerte con actitudes autodestructivas, por más
insignificantes que te parezcan? Puede ser que te resulte más fácil aceptar lo que
te dicen los demás que pensar por ti mismo. Pero hay también otros dividendos.
Si escoges no amarte a ti mismo y tratarte a ti mismo como a un ser sin
importancia colocando a otras personas por encima tuyo, lograrás...

- Tener una excusa interna para justificar el hecho de que no te amen en esta
vida. Simplemente, no mereces que te amen. La excusa es la retribución
neurótica.
- Poder evitar cualquiera y todos los riesgos que implica el establecimiento de
relaciones afectivas con los demás, y eliminar de esta manera cualquier
posibilidad, de ser rechazado o censurado.
- Encontrar que es más fácil seguir siendo así como eres. Mientras no valgas
nada ni merezcas nada no tiene sentido que trates de crecer y desarrollarte o de
ser mejor y más feliz; la retribución reside en seguir siendo el mismo.
- Conseguir que te tengan mucha lástima, te presten atención e incluso te
aprueben, todo lo cual es un buen sustituto de la arriesgada empresa que
implica comprometerse con una relación amorosa. De esta manera, la compasión
y la atención son tus retribuciones autofrustrantes.
- Tener muchos chivos emisarios para culparte de tus propias desgracias. Así
puedes quejarte y protestar sin necesidad de hacer nada al respecto.
- Ser capaz de pasar tus momentos presentes con minidepresiones y evitar el
comportamiento que te ayudaría a ser diferente. La compasión a ti mismo te
servirá de válvula de escape.
- Retroceder en el tiempo hasta convertirte en un niño bueno recurriendo a
las reacciones infantiles, o sea a las que son del agrado de aquellos "mayores"
que has aprendido a considerar como superiores a ti. Tu regresión es más segura
que el riesgo del cambio.
- Ser capaz de reforzar el comportamiento de dependencia de los demás
dándoles a ellos más importancia de la que te das a ti mismo. Un poste en el que
apoyarse es ciertamente un dividendo aunque te resulte perjudicial.
- Ser incapaz de hacerte cargo de tu propia vida para vivirla como eliges
vivirla, simplemente porque no sientes que eres digno de la felicidad que anhelas.

Éstos son los componentes del mantenimiento de tu sistema subestimativo.
Son las razones que eliges para continuar aferrado a tus viejas maneras de
pensar y actuar.

Simplemente es más fácil, es decir, menos arriesgado echarte
que tratar de elevarte.

Pero recuerda, la única prueba verdadera de vida es el
crecimiento, así es que la negativa a convertirse en una persona que se ama a sí
misma es una elección que se asemeja a la muerte.

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